Adoración Eucarística

Tened por cierto el tiempo que empleéis con devoción delante de este divinísimo Sacramento, será el tiempo que más bien os reportará en esta vida y más os consolará en vuestra muerte y en la eternidad. Y sabed que acaso ganaréis más en un cuarto de hora de adoración en la presencia de Jesús SacramentadoSigue leyendo «Adoración Eucarística»

Santo Sacrificio de la Misa

La Sangre que salió del costado del Salvador, está en el cáliz; y está en él para ser ofrecida una vez más por la remisión de los pecados, como lo indican las palabras de la ConsagraciónESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS OTROS, PARA LA REMISIÓN DE LOS PECADOSElSigue leyendo «Santo Sacrificio de la Misa»

Acción de Gracias

Jesús renueva el sacrificio de acción de gracias, la Todah, por su propia ofrenda de pan y vino, la Eucharistía. Ciertamente, siempre que vemos a Jesús partiendo el pan, está «dando gracias» (Lucas 24, 30-35; Juan 6, 11) La fe es razonable (Scott Hahn)

Servidores de la oración

Los ministros ordenados son también responsables de la formación en la oración de sus hermanos y hermanas en Cristo. Servidores del buen Pastor, han sido ordenados para guiar al pueblo de Dios a las fuentes vivas de la oración: la palabra de Dios, la liturgia, la vida teologal, el hoy de Dios en las situacionesSigue leyendo «Servidores de la oración»

Santo sacrificio de la Misa

En la misa, la Sangre de cristo es vertida por los pecadoresSan Agustín de Hipona (Sermón II)

Santo Sacrificio de la Misa

«Si tan sólo pausáramos por un momento para considerar con atención lo que ocurre en este Sacramento, estoy seguro que pensar en el amor de Cristo por nosotros transformaría la frialdad de nuestros corazones en un fuego de amor y gratitud. Santa Ángela de Foligno

La formación cristiana

los Cristianos tenemos el deber de formarnos y conocer a fondo nuestra fe, pues como nos lo dijo nuestro primer Papa, el apóstol San Pedro: estad “siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza” (1 Pe 3,15)

Corazón puro

Ruégale al Señor que te conceda fervor de corazón y arrepentimiento. Oh Señor, crea en mí un corazón puro, y no separes de mí tu Santo Espíritu (Salmo 50)