La formación cristiana

los Cristianos tenemos el deber de formarnos y conocer a fondo nuestra fe, pues como nos lo dijo nuestro primer Papa, el apóstol San Pedro: estad “siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza” (1 Pe 3,15)

Imágenes sucias

La pornografía en el matrimonio, muchos matrimonios han recurrido a las películas pornográficas usando como excusa que no es perjudicial si tales videos los estimulan mutuamente dentro del matrimonio. La pornografía en el matrimonio definitivamente es algo que ofende a Dios, así vemos que la palabra de Dios no aprueba tal cosa, porque ella hablaSigue leyendo «Imágenes sucias»

Santa Teresa de Jesús

vivió muriendo de amor, deseando ardientemente morir para ver a Dios. Fue impresionante -declaran los testigos que lo vieron- la expresión de su alegría celestial cuando, al recibir el viático en su pobre celda de Alba de Tormes, le decía a su Dios y Señor: “ya es hora, Señor, ya es hora de que nosSigue leyendo «Santa Teresa de Jesús»

Ven, Espíritu Santo

«Nadie puede decir: “¡Jesús es Señor!” sino por influjo del Espíritu Santo» (1 Co 12, 3). Cada vez que en la oración nos dirigimos a Jesús, es el Espíritu Santo quien, con su gracia preveniente, nos atrae al camino de la oración. Puesto que Él nos enseña a orar recordándonos a Cristo, ¿cómo no dirigirnosSigue leyendo «Ven, Espíritu Santo»

Los santos y el Cielo

Si estuviéramos bien convencidos -como lo estaban los santos de que la tierra es el destierro de las almas, un valle de lágrimas y de miserias, un desierto abrasador por el que hay que pasar antes de ir al oasis del Cielo, que es la patria verdadera de las almas, no solamente no temeríamos laSigue leyendo «Los santos y el Cielo»

La oración a Jesús

La invocación del santo Nombre de Jesús es el camino más sencillo de la oración continua. Repetida con frecuencia por un corazón humildemente atento, no se dispersa en “palabrerías” (Mt 6, 7), sino que “conserva la Palabra y fructifica con perseverancia” (cf Lc 8, 15). Es posible “en todo tiempo” porque no es una ocupaciónSigue leyendo «La oración a Jesús»

La oración a Jesús

Pero el Nombre que todo lo contiene es aquel que el Hijo de Dios recibe en su encarnación: JESÚS. El nombre divino es inefable para los labios humanos (cf Ex 3, 14; 33, 19-23), pero el Verbo de Dios, al asumir nuestra humanidad, nos lo entrega y nosotros podemos invocarlo: “Jesús”, “YHVH salva” (cf MtSigue leyendo «La oración a Jesús»

Los Símbolos

Los primeros cristianos vivían en medio de una sociedad mayoritariamente pagana y hostil. Desde la persecución de Nerón (64 después de Cristo) se consideraba que su religión era «una superstición extraña e ilegal». Los paganos desconfiaban de los cristianos y se mantenían a distancia, sospechaban de ellos y los acusaban de los peores delitos. LosSigue leyendo «Los Símbolos»

Las virtudes teologales

“La esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rm 5, 5). La oración, formada en la vida litúrgica, saca todo del amor con el que somos amados en Cristo y que nos permite responder amando como Él nos haSigue leyendo «Las virtudes teologales»

Las virtudes teologales

Se entra en oración como se entra en la liturgia: por la puerta estrecha de la fe. A través de los signos de su presencia, es el rostro del Señor lo que buscamos y deseamos, es su palabra lo que queremos escuchar y guardar El Espíritu Santo nos enseña a celebrar la liturgia esperando elSigue leyendo «Las virtudes teologales»