Combate espíritual y la oración

en este combate hay que hacer frente a lo que es sentido como fracasos en la oración: desaliento ante la sequedad, tristeza de no entregarnos totalmente al Señor, porque tenemos “muchos bienes” (cf Mc 10, 22), decepción por no ser escuchados según nuestra propia voluntad; herida de nuestro orgullo que se endurece en nuestra indignidadSigue leyendo «Combate espíritual y la oración»

La Iglesia

El exégeta modernista Alfred Loisy anunciaba haber perdido la fe al afirmar sarcásticamente: «Jesús proclamó el reino; y lo que vino fué la iglesia» Loisy no fué el único en sugerir esta idea. La yuxtaposición entre iglesia y Reino llegó a ser lugar común en determinados círculos especializados a finales del siglo XIX Cuando vengaSigue leyendo «La Iglesia»

La libre interpretación

El Espíritu Santo no puede revelar a una secta una verdad y a otra decirle algo diferente; no puede decir a unos que María fue siempre virgen y a otros que no lo fue; no puede decir a unos que se deben bautizar de pequeños y a otros que el bautismo solo es para losSigue leyendo «La libre interpretación»

Los Cismas: El “No” a la unidad

En 1517, Martín Lutero se separa de la Iglesia fraccionando el cuerpo místico de Cristo, y dando origen así al protestantismo. A partir de allí se da el surgimiento de multitud de denominaciones protestantes, y es así como hoy existen más de 40.000 sectas. Sin embargo, hay que aclarar que existe un protestantismo histórico, conSigue leyendo «Los Cismas: El “No” a la unidad»

La formación cristiana

los Cristianos tenemos el deber de formarnos y conocer a fondo nuestra fe, pues como nos lo dijo nuestro primer Papa, el apóstol San Pedro: estad “siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza” (1 Pe 3,15)

Una

«aunque todos los súbditos en los dominios del rey le obedez­can, apostatando de la religión de sus padres, y aunque prefieran cum­plir sus órdenes, yo, mis hijos y mis parientes viviremos según la alianza de nuestros padres. El cielo nos libre de abandonar la ley y nuestras costumbres. No obedeceremos las órdenes del rey, desviándonosSigue leyendo «Una»

Pena de daño

El Magisterio de la Iglesia, desde sus inicios, y en unanimidad con los Padres de la Iglesia, ha sido claro en enseñar que «la pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y aSigue leyendo «Pena de daño»

Pena de sentido

“Se llama así porque el principal sufrimiento que de ella se deriva proviene de cosas materiales o sensibles. Afecta, ya desde ahora, a las almas de los condenados, y, a partir de la resurrección universal, afectará también a sus cuerpos.”[3] La pena de sentido consiste principalmente en el suplicio del fuego (Mc 8,43; Mt 25,41),Sigue leyendo «Pena de sentido»

Infierno

Mateo25:41 Entonces dirá también a los de su izquierda: `Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles