¿Encontramos en la historia ejemplos análogos de deficiencia en los papas?

¿Encontramos en la historia ejemplos análogos de deficiencia en los papas? Si hay, desgraciadamente, un cierto número de papas cuya vida moral no fue ejemplar, aunque en las cuestiones de doctrina fueron casi siempre irreprochables. No obstante, hay algunos ejemplos de papas que cayeron en el error o que, cuando menos, sostuvieron el error enSigue leyendo «¿Encontramos en la historia ejemplos análogos de deficiencia en los papas?»

El gallo que cantó a PedroUn gallo impertinente

Y en seguida cantó un gallo. Pedro se acordó de aquellas palabras de Jesús: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo afuera, lloró amargamente» (Mt 26, 74-75). Hay que atrapar de nuevo aquel gallo. Aunque sea molesto, insoportable, embarazoso. Mejor dicho, precisamente porque es fastidioso. Y por favor, que nuestra hipocresíaSigue leyendo «El gallo que cantó a PedroUn gallo impertinente»

Deficiencias de algunos. Exageraciones de otros

La pureza de la fe y de la moral debe ser la norma característica de esta sagrada disciplina, que tiene que conformarse absolutamente con las sapientísimas enseñanzas de la Iglesia. Es, por tanto, deber nuestro alabar y aprobar todo lo que está bien hecho, y reprimir o reprobar todo lo que se desvía del verdaderoSigue leyendo «Deficiencias de algunos. Exageraciones de otros»

Señor, quédate con nosotros, que se hace tarde y anochese

¿Cómo ve reflejados los misterios de la Sagrada Pasión del Señors en la Iglesia de hoy en día? Como Cuerpo Místico de Cristo y Esposa suya, la Iglesia debe pasar por los misterios de su Divino Esposo. La actual crisis es, sin luga a dudas, el momento de mayor y profundo sufrimiento de la Iglesia,Sigue leyendo «Señor, quédate con nosotros, que se hace tarde y anochese»

4 árboles

Evangelio según san Mateo, 3: 7- 10 Viendo a muchos fariseos y saduceos que venían a bautizarse, les dijo: «Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la justicia que sobre vosotros venía? Haced frutos dignos de penitencia. Y no queráis decir dentro de vosotros mismos: Tenemos por padre a Abraham, porque enSigue leyendo «4 árboles»

Hermosas por fuera, pero llenas de veneno

Evangelio según san Mateo, 3: 7- 10 Viendo a muchos fariseos y saduceos que venían a bautizarse, les dijo: «Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la justicia que sobre vosotros venía? Haced frutos dignos de penitencia. Y no queráis decir dentro de vosotros mismos: Tenemos por padre a Abraham, porque enSigue leyendo «Hermosas por fuera, pero llenas de veneno»

Causas de la pereza espiritual

Dos causas principales contribuyen a su desarrollo: una alimentación espiritual deficiente, y la invasión de algún germen dañino. Alimentación espiritual deficiente: Para vivir y crecer en la vida, nuestra alma necesita de una buena alimentación espiritual; pero el pasto del alma son los diversos ejercicios espirituales, como meditaciones, lecturas, oraciones, exámenes, el cumplimiento de lasSigue leyendo «Causas de la pereza espiritual»

La ideología de género

Las feministas promotoras de la ideología de género, como Simone de Beauvoir, enseñan que para acabar con la diferencia entre hombre y mujer, hay que acabar completamente con la distinción entre lo femenino y lo masculino, entre hombre y mujer, es decir, ya no hablamos de sexo porque está ligado a lo biológico, sino deSigue leyendo «La ideología de género»

Combate espíritual y la oración

en este combate hay que hacer frente a lo que es sentido como fracasos en la oración: desaliento ante la sequedad, tristeza de no entregarnos totalmente al Señor, porque tenemos “muchos bienes” (cf Mc 10, 22), decepción por no ser escuchados según nuestra propia voluntad; herida de nuestro orgullo que se endurece en nuestra indignidadSigue leyendo «Combate espíritual y la oración»

La formación cristiana

los Cristianos tenemos el deber de formarnos y conocer a fondo nuestra fe, pues como nos lo dijo nuestro primer Papa, el apóstol San Pedro: estad “siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza” (1 Pe 3,15)